En el ayurveda la energía está representada por el fuego, el agni. En la medicina andina el ayni es el principio de reciprocidad con el que las energías fluyen entre nosotros. Culturalmente el fuego ha sido el centro en el que se transforman y se trascienden las cosas, el purgatorio que atravesamos, para morir y salir renovados. En todos los sentidos la energía hace que las cosas se muevan.
El fuego digestivo o jataragni digiere tu alimento y lo transforma para que esas moléculas simplemente puedan ser tomadas como combustible para tu funcionamiento. Tomamos de la tierra lo que necesitamos pero debemos retribuir para no quedar en deuda. Cosechar implica sembrar, convidar a la naturaleza nuestros propios frutos. Así que desde lo más biológico hasta lo más espiritual y etéreo, está el fuego flameando para transformar. El fuego es lo que nos da el empuje para la vida, es esa esencia masculina que permite que las cosas se manifiesten y tengan la potencia que se requiere.
Busquemos llenar la vida con energía desde la respiración a través del prana ( energía vital) hasta lo que producimos.
Existen muchas cosas que le quitan energía a tu plato, el prana se va del alimento cuando lo congelamos, cuando lo recalentamos demasiadas veces o lo sobre cocinamos, cuando esta ultraprocesado, conservado en productos químicos, cuando no viene de la naturaleza, cuando se usa microondas ( eso lo dice todo, las moléculas se mueven a través de las ondas y se desestructuran), cuando no dormimos bien o hacemos demasiado esfuerzo físico, cuando dormimos demasiado y no ejercitamos, cuando perdemos el tiempo del disfrute, cuando no amamos ni tenemos confianza en la vida que nos sostiene en esta tierra en la que encarnamos este cuerpo.
Tu cuerpo es tu casa, la tierra es tu hogar, tu alma está en un templo que debes cuidar y darle el fuego y el prana que necesita.
Todo es cuestión de balance.
De esto y mucho más hablaremos en la próxima rueda medicinal 17 de febrero que da inicio al curso de la Salud Integral y Holística para la Mujer Cíclica (no requiere experiencia previa, reserva ahora tu plaza en el siguiente link
Con amor y corazón, Ale