Todo estado morboso es un proceso de inflamación que puede ser aguda, subaguda o crónica: lo agudo se conecta con la defensa, mientras que la crónica con la adaptación, es decir con la tendencia correctiva, compensatoria y de sanación. Pero depende de la fuerza vital y de la intensidad de la relación morbosa ( agente o enfermedad) y también, del tratamiento, si esta se encauza en los esfuerzos orgánicos ayudando a la depuración de la causa del mal y se ahorran energías vitales al enfermo.
Por lo tanto, una enfermedad puede ser destructiva o constructiva pero no toda enfermedad aguda puede considerarse como crisis curativa. La naturaleza recurre para defenderse de procesos en órganos cuya lesión puede costar la vida del individuo: lo que sucede es que si el organismo localiza el procesos en órganos importantes, este proceso de eliminación tóxica y defensa y neutralización, es porque fallaron los mecanismos y vías normales de depuración y neutralización.
Los síntomas se consideran crisis curativas si contemplan por ejemplo la diarrea, expectoración y la fiebre, mientras que las crisis son destructivas en el caso del cáncer y la tuberculosis, etc por ejemplo.
Con Amor y Corazón Ale
estoy introduciendome en estos conocimientos. me parece muy interesante