Eres Suficiente: Desactivando la Autoexigencia para Cuidar tu Cuerpo y Mente Singular
- Alejandra Naranjo
- 27 jun
- 4 Min. de lectura

¿Alguna vez sientes que vives con una vara invisible que te mide constantemente? Que, no importa cuánto hagas o cuán bien lo hagas, esa voz interna te susurra que aún no es suficiente? Para muchas personas, especialmente aquellas que perciben el mundo con una intensidad particular, esta autoexigencia es una compañera constante, una sombra que puede proyectar agotamiento y malestar sobre su vida.
Esta tendencia a exigirte sin tregua a menudo nace de una profunda sensación de no ser suficiente. Quizás, desde la infancia, has sentido que debías esforzarte el doble para ser aceptado, para comprender lo que a otros les resultaba fácil, o para navegar un entorno que, para tu sistema, resultaba abrumadoramente estimulante. Esto es particularmente cierto si has tenido experiencias con dislexia, discalculia o desequilibrios de atención que, en un mundo que valora ciertos tipos de rendimiento, te hicieron sentir "diferente" y te llevaron a compensar con una autoexigencia feroz.
Pero esta búsqueda incesante de la perfección tiene un costo elevado. El cuerpo y la mente no están diseñados para operar bajo estrés crónico. La autoexigencia constante eleva tus niveles de cortisol (la hormona del estrés), desregulando tu sistema nervioso, afectando tu sistema inmunológico y dejando una puerta abierta a un sinfín de desequilibrios que, con el tiempo, pueden manifestarse como enfermedades crónicas, agotamiento o simplemente una profunda falta de bienestar. Como médica cardióloga y practicante de yoga terapéutico, he sido testigo de cómo esta tensión interna puede impactar directamente en la salud cardiovascular, generar desequilibrios que afectan el sistema inmunológico e incluso influir en el desarrollo de trastornos que afectan la claridad mental y el ánimo.
Señales de que la Autoexigencia te Está Pasando Factura:
Es vital aprender a reconocer las alarmas que tu cuerpo y mente te envían:
Fatiga Crónica: Te sientes exhausto incluso después de descansar.
Irritabilidad y Ansiedad: Pequeñas frustraciones te desbordan.
Dificultad para Desconectar: Tu mente sigue activa, rumiando tareas o errores.
Problemas Digestivos: El estrés se refleja en tu estómago o intestino.
Tensión Muscular: Te sientes rígido, especialmente en cuello y hombros.
Sensibilidad Exacerbada: Te sientes abrumado por ruidos, luces o multitudes que antes manejabas mejor.
Deterioro de la Salud General: Desde resfriados frecuentes hasta una predisposición a condiciones inflamatorias.
Herramientas Holísticas para Abrazar tu Suficiencia:
El camino para desactivar la autoexigencia no es lineal, pero sí profundamente liberador. Mi enfoque, arraigado en el Ayurveda y la fitoterapia, y enriquecido por la sabiduría del cacao ceremonial y el yoga terapéutico, te ofrece herramientas prácticas para recalibrar tu sistema:
Reconoce y Honra tus Límites (La Primera Gran Batalla):
Pausas Diarias Conscientemente: No esperes el agotamiento. Integra micromomentos de quietud en tu día: una respiración profunda antes de una reunión, dos minutos de silencio entre tareas, estirar tu cuerpo.
Escucha a tu Cuerpo: El yoga terapéutico nos enseña a sintonizar con las sensaciones. Cuando el cuerpo te pida descanso, un estiramiento o simplemente un vaso de agua, honra esa señal.
Di "No" con Compasión: No es rechazo, es autocuidado. Aprende a establecer límites claros sin culpa. Tu energía es finita y valiosa.
Nutre tu Esencia (Más Allá de la Comida):
El Cacao Ceremonial: Este potente aliado es un portal directo al corazón. Su energía suave te ayuda a bajar las defensas, a silenciar la voz autocrítica y a conectar con la ternura hacia ti mismo. Tomar cacao con intención es una pausa consciente que te permite sentirte suficiente tal como eres, sin necesidad de hacer más.
Alimentación Consciente y Calma: Desde la perspectiva ayurvédica, comer de forma nutritiva y en un ambiente de paz reduce la carga en tu sistema digestivo y nervioso. Evita comidas ultraprocesadas que exacerban la inflamación y el desequilibrio.
Actividades Lúdicas y Corazonadas: Dedica tiempo a lo que te apasiona, a lo que te recarga el alma sin esperar un resultado. Pintar, bailar, cantar, o simplemente jugar como un niño, libera endorfinas y relaja el sistema nervioso central.
Gestiona los Estímulos Externos:
Crea Santuarios: Para una mente que percibe con intensidad, es fundamental tener espacios físicos y temporales de baja estimulación. Silencia notificaciones, reduce el ruido ambiental, y busca momentos de silencio.
La Meditación y la Respiración Consciente: Estas prácticas son anclas para el sistema nervioso. Incluso 5-10 minutos al día pueden regular tu nervio vago, reducir el cortisol y calmar la mente que exige sin cesar.
Eres Suficiente, Aquí y Ahora
La autoexigencia puede haber sido una respuesta para navegar un mundo que no siempre entendía tu singularidad. Pero ahora, es momento de reconocer que eres suficiente tal como eres. Abrazar tu vulnerabilidad no te debilita; por el contrario, te otorga una fortaleza genuina, una que nace de la autenticidad y la profunda conexión contigo mismo.
Permítete este camino de gentileza. Tu bienestar integral, tu corazón y tu mente te lo agradecerán profundamente.
¿Estás listo/a para comenzar a desarmar esa vara invisible y cultivar la ternura en tu vida?
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