Aprende a Flexibilizarte: El Autocuidado en Tiempos Desafiantes
- Alejandra Naranjo
- hace 12 minutos
- 3 Min. de lectura

Querida comunidad de bienestar,
En la travesía de la vida, a menudo nos enfrentamos a temporadas desafiantes: crisis personales, picos de trabajo, o simplemente el peso de un estrés crónico que se acumula. Es precisamente en estos momentos donde el autocuidado se vuelve más urgente, pero paradójicamente, también más difícil de sostener.
Para quienes ya luchan contra la autoexigencia, no poder mantener una rutina de bienestar "perfecta" se convierte en una nueva fuente de culpa y estrés.
Pero, ¿y si te dijera que el verdadero autocuidado reside en la flexibilidad, no en la rigidez?
La autoexigencia nos susurra que, si no hacemos nuestra hora completa de yoga, nuestra meditación de 20 minutos o nuestra comida ayurveda perfecta, hemos fallado. Esta mentalidad de "todo o nada" es la que nos lleva al burnout y a abandonar el proceso por completo.
Desde mi perspectiva médica y holística, que integra la sabiduría del Ayurveda y el Yoga Terapéutico, el bienestar se sostiene sobre tres pilares inquebrantables. Aprender a flexibilizarte en el autocuidado es reconocer que, en tiempos desafiantes, debemos reducir las expectativas, no el compromiso con nosotros mismos.
1. Primer Pilar: Autocuidado con Compasión (Bajando la Vara de la Perfección)
El autocuidado es un acto de amor, no una lista de tareas. En momentos de alto estrés, necesitamos reducir la demanda y aumentar la nutrición. La compasión es el permiso que nos damos para hacer menos y seguir sintiéndonos suficientes.
Ejercicios de Anclaje:
Pregunta Ancla: Si tu mejor amigo estuviera atravesando esta misma semana de caos, ¿qué "mínimo vital" de autocuidado le recomendarías que hiciera? ¿Por qué no te permites ese mismo trato gentil?
Ejercicio Práctico: Identifica tu rutina de autocuidado "ideal" y redúcela al mínimo no negociable (la dosis de supervivencia). Quizás no sean 60 minutos de yoga, sino 5 minutos de respiración consciente. Quizás no sea cocinar desde cero, sino asegurarte de tomar una infusión caliente de fitoterapia para calmar tu Vata alterado por el estrés. Honra ese mínimo.
2. Segundo Pilar: Transformación con Aprendizaje Continuo y Espiralado
El crecimiento y la sanación no son una línea recta; son una espiral. Esto significa que inevitablemente habrá "bajadas" y repeticiones. La frustración y el miedo surgen cuando creemos que debemos estar "más avanzados" de lo que realmente estamos. La flexibilidad en este pilar es aceptar que, incluso si repites un patrón (por ejemplo, la autoexigencia), siempre lo haces desde un nuevo nivel de conciencia.
Ejercicios de Anclaje:
Pregunta Ancla: ¿Qué aprendiste de la última vez que te sentiste desbordado por la autoexigencia? ¿Cómo es la versión "desafiante" de tu autocuidado hoy, comparada con hace un año? (Busca el avance, por sutil que sea). Si pudieras darle un nombre a esta fase del proceso (por ejemplo, "El Gran Desvío" o "El Periodo de Siembra"), ¿cuál sería?
Ejercicio Práctico: Documenta la Repetición. En lugar de juzgarte por volver a caer en un patrón, obsérvalo con curiosidad. ¿Qué disparó la autoexigencia esta vez? ¿Cómo reaccionó tu cuerpo? Documentar el patrón desde un lugar neutral te permite aprender de la experiencia, transformando la repetición en una espiral ascendente.
3. Tercer Pilar: Sanación de Raíz que Requiere Repetición y Tiempo
La sanación verdadera, esa que equilibra tu Dosha (tu constitución ayurveda), fortalece tu Agni (fuego digestivo) y calma el cortisol que desgasta tus sistemas, requiere tiempo y repetición consciente. No podemos forzar la naturaleza a acelerar la primavera. La flexibilidad aquí implica soltar el apego al resultado rápido y honrar la lentitud y la profundidad del proceso.
Ejercicios de Anclaje:
Pregunta Ancla: Si tu sanación fuera un árbol milenario, ¿qué tipo de paciencia le ofrecerías para que sus raíces crezcan fuertes? ¿Qué pequeño acto de autocuidado constante y repetido (como tomar cacao ceremonial dos veces por semana, o tu rutina nocturna de 5 minutos) te recuerda tu compromiso a largo plazo?
Ejercicio Práctico: El Contrato de la Persistencia Mínima. Elige una herramienta holística (meditación, respiración o una infusión) y comprométete a hacerla por un minuto cada día, sin excepción, durante una semana. Este pequeño acto de persistencia suave, basado en la repetición y no en la intensidad, construye la disciplina de la compasión y refuerza la sanación de raíz.
La Flexibilidad es tu Mayor Fortaleza. La autoexigencia te pide ser rígido para sentirte seguro. La compasión te pide ser flexible para sentirte libre.
En estos tiempos desafiantes, permítete ser el guardián de tu bienestar con una nueva suavidad. Bajar la vara y priorizar tu mínimo esencial no es rendirse; es un acto estratégico de amor propio que garantiza tu sostenibilidad. Es la única forma de asegurar que, al terminar la tormenta, sigas de pie, no agotado, sino más fuerte y más sabio, listo para continuar tu espiral de crecimiento.
Con suavidad y sostén,
Dra. Alena Naranjo
Cardióloga & Guía Ayurveda




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