Cuando queremos incursionar en el mundo de la meditación no sabemos cómo y en que casos una u otra forma aplica mejor para lo que necesitamos, por eso cree este artículo exclusivamente para que sepas cuales son las diferencias, al finalizar tendrás un regalo para empezar a meditar.
Para empezar y asumiendo que eres un principiante quiero decirte que te pongas cómodo y eso no significa necesariamente espalda derecha, isquiones en el suelo, coronilla al cielo, piernas cruzadas, hombros relajados; lo cual está muy bien mientras vamos ganando profundidad y estabilidad en el asana para la práctica de la meditación.
Al inicio ponerse cómodo puede simplemente ser buscar un momento de silencio, con respiración consciente y dentro de nuestras posibilidades: sentados en la silla de la oficina, acostados antes del sueño, en un lugar que te guste, frente a un paisaje, etc. Pero ponte cómodo.
(Ahora bien no elijas una postura debajo de las colchas y en un momento donde ya sabes que te vas a dormir inmediatamente porque la meditación no es quedarse dormido: espero que lo sepas. Vamos a entrar a un descanso reparador del cuerpo y la mente pero de manera consciente). Habiendo hecho esa declaración justa de consciencia de la práctica vamos a los detalles de estas tres formas de meditación que te propongo.
Meditación contemplativa: en este caso vamos en necesitar una imagen donde adentrar la mente, es la que usa cuando te encuentras al aire libre, ante un paisaje, pero también la puedes practicar frente a la imagen de un maestro, de una vela, o ante cualquier imagen que te simbolice paz, recomiendo usar el símbolo de OM, por ejemplo. Mientras vamos respirando de manera larga y pausada nos vamos adentrando mas y mas en la imagen, concentrando nuestra visión en desde lo mas macro a lo mas micro. Es importante que al inicio parpadees constantemente para que el ojo no se seque. Este tipo de práctica también puede hacerse con sonidos del agua, la naturaleza y de música sin letra, de algunos instrumentos. Siempre siendo muy consciente de lo que ves o escuchas, con atención plena en la respiración y la imagen o sonido. Esta contraindicada en personas que tienen desequilibrios de tipo pitta (en el caso de la vela), en personas con enfermedades mentales como psicosis en el caso de la vela y la contemplación del gurú.
Visualizaciones guiadas: este tipo de meditación las recomiendo en caso de que quieras complementarla con un ritual, o cuando hay un propòsito específico de tratar y es muy comúnmente utilizada por los terapeutas, por eso saber hacia donde quiero ir con la visualización es importante, por otro lado es muy útil para personas que tienen gran imaginación y que además les cuesta mantener la atención en la respiración o la imagen con los ojos abiertos. También es un camino muy fácil para ir hacia el interior de nuestras emociones y para transformar pensamientos o creencias. Pero esta contraindicada en personas con antecedentes o con diagnóstico de psicosis porque puede desencadenar la crisis.
Meditación trascendental: esta es la meditación que es un tanto mas avanzada y la mas comúnmente enseñada en las escuelas de yoga, donde luego de la práctica de asanas y a través de la disolución del cuerpo físico, las emociones y atravesando los obstáculos de la mente nos encontramos con la unión con el todo. Es decir, acá vamos de lo mas burdo o denso que es el cuerpo físico, haciendo un chequeo de los estados de la mente y las emociones, para luego pasar a la respiració y diluir ahi cualquier sensación del mundo terrenal para volvernos uno con el todo y trascender hacia el estado de neutralidad total llamado samadhi. Es una meditación que requiere mucha práctica, pero cuanto más nos concentramos en el prana o energía vital que circula por nuestra respiración, con el tiempo es mas fácil y accesible.
Comments