Si migraste a otro país o continente o si estás en ese proceso, esto es lo que debes saber para adaptarte mejor para que ni tu cuerpo, ni tu mente sufran las consecuencias de un cambio brusco o mal planificado.
Primero debes saber que una mudanza por sÍ sola ya es un estrés mental enorme: pasamos a desarmar nuestra estructura hogareña para trasladarla a otro espacio, y eso ya implica movimiento mental, energético y físico. Entonces, ni hablar que sucede en todas esas áreas cuando la mudanza implica llevar nuestra vida a otro país, otro continente y otra cultura.
Si bien es cierto que habrá personas a quienes les cuesta menos la adaptación en proceso, todos debemos ser conscientes de la liberación hormonal y el gasto energético que ello requiere para prepararnos de mejor manera.
Entonces, sabiendo que todo tu sistema ya se puso en alerta preparando los trámites necesarios para tu proceso migratorio, te sugiero que chequees algunas cosas en el nuevo país de residencia para que tu posibilidad de adaptación sea mas amoniosa y amena. Sobre todo si lo estas haciendo en solitario y tu proceso no implica un movimiento familiar más grande ( que tiene sus propios desafíos, claro esta).
A nivel mental intenta con mucho tiempo de anticipación tener los papeles que requieres en regla, de esa manera te evitarás las estresantes burocracias, sobre todo si estás planeando una migración electiva, pues ya sabes que mantenerte ilegalmente en un país te pone en riesgo y elevará aún más la activación de tu sistema nervioso, lo cual a largo plazo es una receta ideal para la enfermedad crónica.
Estar en constante sensación de estrés es un mal camino para tu salud porque tu sistema esta en su versión de lucha huida,. Por eso no romantices el proceso migratorio, siempre vas a necesitar un plan y una estrategia clara. Claramente, habrá quienes por cuestiones de conflicto o minoria no puedan decidir cómo y cuándo migrar, pero si no es tu caso, hazlo con calma y estrategia, paso a paso a lo seguro, te evitarás mucho cortisol.
Por otro lado, intenta conocer muy bien el lugar hacia donde vas. Las costumbres y hábitos de las personas son diferentes en cada país, aún si conoces gente del lugar, tu pareja es nativa, etc., siempre habrá diferencias culturales que pueden llegar a ponerte en aprietos o hacerte sentir diferente; ten paciencia, no juzgues los hábitos y costumbres de la cultura, pues no es la tuya y no es necesario que pretendas entenderla, simplemente se neutro ante las nuevas formas de socializar.
Ten arraigo con algunas costumbres que te permitan sentirte en casa, a veces eso requiere que traslademos nuestras costumbres para evitar extrañar demasiado, y que nos de un golpe de desarraigo. Hoy en día es muy fácil encontrar personas de nuestra comunidad o pais en el resto del mundo, busca una red de apoyo bien llegues a la nueva cuidad, de esa manera podrás compartir las costumbres, música , ideales, hábitos, te sentirás identificado y te ayudará en el proceso de adaptación a través de los consejos, amistades y nuevos lazos seguros en el lugar de residencia. Comparte tus inquietudes y pide consejo.
Siempre es bueno hacer nuevas redes con intereses comunes, compartir actividades recreativas y deportivas, viajes para conocer lugares cercanos o salidas por la ciudad que te permitan ir familiarizarte con la nueva vida.
Desde lo energético, los chakras que más se ven comprometidos son los tres primordiales o inferiores el raiz, el sacro y el del plexo solar: las cuestiones con la raíces, la familia y el dinero y la creatividad en el proceso de adaptación pueden verse afectadas y se deben abordar con cuidado y paso a paso, siendo consciente. Habla con tu familia y amigos sobre los desafíos que te impone este paso en tu vida, qué te cuesta dejar o soltar de tu vida anterior, qué pasos o proyectos tienes con este cambio. Siembra esas intenciones con rituales, haz respiraciones conscientes, camina descalzo en la naturaleza, haz yoga y meditación para sostener el proceso.
Con respecto al cuerpo físico, conoce bien el clima y los cambios de temperatura. Esto es un punto al que a veces no hacemos caso y cuando nos toca migrar a lugares donde los climas son más crudos, como sucede a mis consultantes que pasan (por ejemplo) de una zona muy fría de Europa a vivir en la zona más tropical de Centro America, o cuando los latinos pasamos a vivir a zonas bajo cero con días muy cortos en Europa o Norte America, la adaptación física es muy difícil y empiezas a sentir los cambios bruscos de forma poco amable. Además de que las costumbres de alimentación y rutinas diarias cambian muy frecuentemente y nuestro cuerpo no lo tolera tan fácilmente porque el cuerpo es el último que se adapta. Por eso en esta parte del artículo quiero decirte que además de conocer el clima, estar bien preparado, mejor si tuviste tiempo de visitar la zona antes y saber que te gusta y que puedes tolerar ese cambio; también es importante que aprendas a comer mejor y adecuado al clima del lugar, que acompañes tu fuego digestivo con plantas y especias que te ayudarán a adaptarte más rápido y más amablemente, ayudará a que tu sistema nervioso baje el nivel de cortisol y adrenalina y empiece a segregar más serotonina, dopamina y oxitocina para que tu nueva vivencia sea amorosa y para tu más alto bien.
Existen muchas plantas y hongos adaptógenos que pueden ser un hermoso puente de adaptación en los primero años de encontrarte en este desafío que emprendiste como ashwagandha, melena de león, theobroma cacao, pasiflora, valeriana, tulsi, etc que te pueden servir y que me encantaría acompañarte a implementar en este proceso de adaptación migratoria para que mantegas tu salud en forma consciente y en bienestar mientras disfrutas de tu vida.
ME ENCUENTRAS POR ACÁ EN UNA SESION DE CLARIDAD PARA DARLE UN CAMINO POSIBLE A TU ADAPTACION: SE TRATA DE UNA SESION GRATUITA DONDE ME CUENTAS TU PROCESO Y TE CUENTO COMO PUEDO ACOMPAÑARTE.
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